Adictos a Internet
Si dedica más de 30 horas de su ocio a navegar cada semana por Internet, siente el impulso de conectarse al entrar en su casa, descuida relaciones personales que antes le resultaban satisfactorias, pierde horas de sueño, no puede controlar el tiempo que pasa conectado o sufre ansiedad cuando no está en la Red, usted tiene problemas graves de adicción.
El éxito de Internet se basa en la capacidad de insertarse en una cultura audiovisual
Un estudio, realizado por tres psiquiatras de Madrid y uno de Barcelona, revela que el 30% de los internautas que respondieron a su encuesta están en riesgo de dependencia y que el 8,8% sufre los síntomas de un uso problemático de alguno de los servicios de Internet. 'Son unos datos preocupantes, que coinciden con otros estudios, pero hay que tratarlos con mesura: las personas que contestaron a los cuestionarios son usuarios medios-altos de la Red', aseguran Alberto Fernández Liria y Lourdes Estévez.
Entre julio y septiembre, estos psiquiatras procesaron miles de respuestas a los tres test colgados en la página web adictosainternet.com. Tras una criba inicial, acaban de reunir esta semana las primeras conclusiones significativas sobre una muestra de 2.572 casos. 'La adicción es mayor de la que se pensaba', dice la doctora Estévez con los gráficos en la mano. 'No es que Internet, en sí, la genere. Toda conducta adictiva se calma con lo que está al alcance, por eso muchas de las tendencias tienden a solaparse entre ellas', afirma Fernández Liria. 'Pensamos que la mayoría de ese 8,8% acumula otras adicciones y sufre algún trastorno de la personalidad'.
Enrique Echeburua, catedrático de Psicología Clínica en la Universidad del País Vasco, asegura que es imprescindible diferenciar los adictos en la Red de los adictos a Internet. 'Hay compradores compulsivos, ludópatas y enganchados al sexo que han hallado en la Red un camino para calmar sus ansias, pero no son parte de los adictos a Internet'.
La doctora Kimberley Young, de la Universidad norteamericana de Pittsburg, es una de la pioneras en el estudio de la dependencia a Internet. Según sus conclusiones, entre el 5% y el 10% de los cibernautas estadounidenses padecen adicción a la Red. 'Estos datos no son extrapolables a España', dice Echeburua, 'pues aquí la penetración de Internet es menor. Nos faltan casos concretos en las consultas para que se pueda definir la verdadera dimensión de esta dependencia'.
Jesús de la Gándara, psiquiatra del hospital Divino Vallés de Burgos, sostiene que la dependencia patológica a la Red 'será un problema grave en el futuro y que ya afecta a los más jóvenes'. La doctora Ángeles González, de la unidad de psiquiatría del hospital de Bellvitge, en Barcelona, y que desde 1986 trata los casos de ludopatía, considera que la diferencia esencial entre el juego -que está mal visto en la sociedad-, y la Red, es que ésta 'cuenta con un enorme prestigio' por el supuesto nivel económico, educacional y de conocimiento en las nuevas tecnologías de sus usuarios. 'La gente no es consciente de su dependencia y se resiste a venir'. De los 350 casos tratados en el año 2001 en Bellvitge, tres o cuatro han sido por adicción a la Red. 'Existe una muestra escasa como para sacar conclusiones médicas', añade. La doctora González también destaca el hecho de que los adictos a la Red tienen además otras dependencias, y ciertos trastornos en el comportamiento, aunque existen excepciones. 'Tuvimos un caso de una chica, de veintipocos años, universitaria y sin problemas psíquicos aparentes. Comenzó a hacer un uso enfermizo de los chat, abandonó sus relaciones con los amigos, comenzó a perder sueño por las noches y dejó de acudir a la facultad por las mañanas. Fue ella quien nos pidió ayuda y en pocas sesiones mejoró. El caso se produce cuando esa conducta es el reflejo de un desequilibrio; lo que hay que tratar es la causa, no sólo el efecto'. Fernández Liria es de la misma opinión: 'El enfermo se encuentra feliz; ha abierto una puerta y no es consciente de su adicción. Son las familias las que dan el primer paso'.
'Sucedió lo mismo con el juego, en 1986', dice la doctora González, 'y creo que ésta va a ser la pauta en Internet en el futuro'. El catedrático Echeburua recuerda a dos pacientes que habían incorporado a su patología un tic nervioso: un tamborileo de los dedos, como si teclearan un ordenador.
¨La cosa no acaba aquí, ahora llegan los smartphones y las tarifas de datos, antes se consideraban una utilidad para realizar búsquedas, encontrar lugares, descargar un app pero ahora las tarifas de datos son consideradas una necesidad. Internet y las compañías telefónicas promueven un modelo de conexión continua con la red y con los contactos.¨ Afirma Pablo Menéndez.
Personas solitarias, aisladas, de baja autoestima, con dificultades para establecer relaciones, ansiosas, que esquivan el riesgo y que necesitan una recompensa inmediata. Éste es le perfil psicológico de los que se quedan enganchados al chat (conversación), el servicio más adictivo junto a los juegos interactivos. Afecta, sobre todo, a los jóvenes con estudios, urbanos y con conocimientos de inglés.